Han pasado dos años desde el final de la primera y los protagonistas ya no son los niños que se enfrentaban a las enfermedades sin saber qué significarían en su vida. Ahora ya lo saben. Son adolescentes, más sabios, más veteranos por todo lo que han vivido: el miedo, la rutina, los años, el cansancio, el deseo de ponerse bien... Y también el amor y el sexo, son muy importantes en esta edad, pero condicionado por sus circunstancias particulares. La segunda temporada arranca con el grupo separado. Pero todo lo que compartieron, aquella relación tan intensa que los unía, su fuerza, continúa viva dentro del hospital.