Cuando Don Amador muere, su familia se reúne para el funeral. Sus nietos, Rodrigo y su primo Aarón, viajan desde Londres, donde estudian un doctorado. Los primos han crecido como hermanos, pero el testamento de su abuelo despierta la ambición en Aarón, pues el control de la fortuna familiar finalmente recaerá sobre el primer hijo varón engendrado por uno de ellos dos.