Un hombre dispara a un policía en la comisaría del equipo de Eppes. Tras herir al agente, intenta usar a una mujer como rehén, pero David le convence para que la suelte. En su intento de seguir con la matanza el hombre entra en el ascensor, pero David también permanece dentro. El sujeto, que trabajaba de vigilante por encargo del FBI, está obsesionado con la idea de que le vigilan, algo que no está tan lejos de la realidad. La agente Liz ha decidido trasladarse al departamento de Narcóticos tras finalizar su relación sentimental con Don.