Después de estrellar su coche, Iketani es llevado al hospital por el conductor del 4WD contra el que casi choca. Uno de sus compañeros de equipo les cuenta a Itsuki y Takumi lo que ocurrió al día siguiente en el trabajo, que se estrelló y su coche quedó destrozado. Itsuki se asusta porque ahora no hay nadie con la esperanza de vencer a los Redsuns en la próxima carrera este sábado. Iketani sale del hospital y va a ver a su coche, pero no estará reparado a tiempo ya que no están todas las piezas para su reparación.