Mía le lanza otro conjuro a Daniel, que otra vez rebota en su pulsera. Mía prueba su punto frente a Grachi que no revela el origen de la pulsera. El conjuro una vez más cae sobre Silvia, que se pone verde. Leo ayuda a Silvia a recuperarse, todas las chicas mueren por él. Los Tiburones se burlan de los métodos de Ricardo como entrenador. Daniel siente mucha vergüenza. Mecha y Chema por fin hablan.