Eddie le da a Marilyn un anillo que encontró en el ático como regalo de cumpleaños. El abuelo lo reconoce como la Esmeralda Fregosi, un anillo centenario con una maldición de Transilvania. Herman no cree en una superstición tan tonta; él intenta demostrar que el anillo no trae mala suerte. Él rápidamente lamenta tratar de hacer esto.