Heredero de la tradición familiar, Cencio, que vive de pequeños y grandes robos, se pasa el día entrando y saliendo de la cárcel. Cesira es de su mismo humilde barrio. Es tan guapa, que todos los jefes para los que trabaja le tiran los tejos y la quieren como amante. Pero parece que por fin ha encontrado a uno honesto y serio. Tanto él como Cencio están enamorados de ella...