Una loca y excitante aventura vivida por el equipo que acompañó a Chus Gutiérrez durante el rodaje. Más de sesenta personas se sentaron ante la cámara para hablar de su sexualidad y sus relaciones afectivas. El equipo nunca tuvo la certeza de que esas personas se irían presentando en el lugar de rodaje para ser entrevistadas, ni tan siquiera cómo iban a reaccionar.