Serafín ha decidido dedicarse a la investigación privada. Su primera cliente es Doña Tecla, quien sospecha que su marido, Juan, le es infiel y quiere que sea prendido en flagrante adulterio. Serafín somete a Juan y a su amante a una vigilancia intensiva pero mientras, acepta otro trabajo; intenta la reconciliación entre Plumita de Oro, una cantante de cabaret, madre de un bebé y su generoso cliente, que se considera su padre y desea rescatar al niño.