La acción se desarrolla hacia 1880, en el domicilio neoyorquino del señor Clarence Day, un hombre que ha hecho fortuna en los negocios y gobierna su casa y a su familia con la mentalidad y los escrúpulos de un contable. La llegada de la tía Cora, acompañada de una jovencita encantadora, y la declaración del señor Day de que no ha sido bautizado produce una conmoción en la familia.