Genaro intenta conservar sus libros, fotos y demás objetos dentro de su biblioteca, pero su amigo Abelardo se lleva gran parte de éstos en una caja de madera. Cansado de discutir, Genaro deja que Abelardo se lleve todo lo que metió en la caja. Cuando Abelardo observa bien, no es una biblioteca, es un velorio; todo es una metáfora del desprendimiento de recuerdos tras la muerte de su amigo Abelardo.